En primer lugar se realiza la lectura del texto y me familiarizo con el documento, el vocabulario y el estilo empleados. A continuación empiezo a traducir a la vez que busco cualquier tipo de referencia, manual, guía, texto informativo, documento explicativo sobre la temática de la que estoy traduciendo. Una vez terminada la fase de traducción, realizo una revisión comparativa con el texto de origen, para asegurarme de que no hay ninguna omisión y de que el significado se ha plasmado correctamente. A continuación realizo una lectura sin el original, procurando corregir cualquier error de gramática, ortografía, estilo, etc., que pudiera encontrar. Finalmente, envío el texto final (por mi parte) a un revisor externo, nativo del idioma final, que realiza una segunda corrección de estilo, gramatical, ortográfica, etc. Una vez recibidos los cambios del revisor, tomo una decisión final sobre los mismos, los aplico, termino de maquetar el texto y lo envío al cliente.